Altura mínima: 1610m
Altura máxima: 2605m
Distancia : 21,4 Km
Tiempo empleado : 8h10m (paradas incluidas )
Desnivel +: 1330m
Desnivel -: 1330m
Por fin he encontrado el mi día para poder pasar un gran jornada de alta montaña invernal . La ruta estaba fijada y revisada desde hacía tiempo, sólo había que escoger bien el día aunque este, se ha hecho esperar.
De entrada tengo que decir que lo he conseguido al segundo intento, el primer tuve que dar la vuelta después de nieve, ventisca y fuerte viento. Han pasado dos semanas y aunque nevar, la montaña estaba diferente.
El objetivo era descubrir el Valle de Galba y transitar por el cordal que forma su cabecera ganando sus dos cumbres principales, el Puig Terreros (2540m) y el Pico de mortiers (2605m), y no ha decepcionado en absoluto. La vuelta es larga y el desnivel exigente, salgo bien cargado de provisiones y con todos los utensilios de invierno (raquetas, piolet, crampones y bastones), me espera un sol caliente y un viento del norte frío.
Aparco en la estación de esquí de Formigueres y por una pista apta para raquetas, salto en el Valle de Galba en descenso hasta llegar su al fondo. Bien avanzado el recorrido por el Valle de Galba, giro a la izquierda en marcado ascenso para ir a buscar la base del Puig de Terreros (2540m) sin llegar a entrar en la olla donde está escondido el estanque del Diablo. Cambio raquetas para crampones y piolet, mientras tanto, voy mirando por donde será más adecuada la subida según nieve y pendiente.Gano el Puig de Terreros (2540m), rachas de fuerte viento sostenidas que me han allanado en más de una ocasión. Sigo un tramo largo y suave del cordal que acaba con unos últimos metros de subida para ganar el Pico de mortiers (2605m). Dentro salto por la ladera de Camporells en pleno descenso dentro de un mar de nieve. Llego a los estanques de Camporells todavía helados y me subo a la Sierra de Mauri que me llevará al remonte más alto de la estación de esquí de Formigueres para acabar de completar el descenso siguiendo las pistas.
Volveré en el Valle de Galba, en verano, para poder llegar a su cabecera por su punto culminante: la Portella de Orlu y así, poder explorar nuevas posibilidades de vuelta.
En cuanto a la portabilidad del día, tengo que reconocer que a pesar de no ser nada amante del viento, en esta ocasión me ha hecho más servicio que molesta, ya que la temperatura era alta, el sol calentaba y el gélido viento del norte ha mantenido la nieve dura. No sólo ha hecho que ahorrara energía al no hundirme, sino que también me ha traído frescura durante el día evitando desgaste y sudor, en una jornada en la que había tan pocos nubes como gente a la montaña.
La vuelta es sensacional, degustando la forma encorvada del Valle de Galba y ganando un cordal que nos enseña toda la belleza de la Reserva Nacional de Orlu y sus espectaculares montañas. Bellas panorámicas de los picos más importantes de la zona como el Baxouillade, los Perics, Portella Gran y un sinfín de siluetas de todas las formas posibles, con el hermoso contraste del feroz negro de las verticales paredes y el tierno blanco que se deja caer desde las cimas hasta formar grandes alfombras moldeadas de nieve que simplifican el espacio.
Así pues, un día para romper con todo, para hacer aventura, para transportarlo de nuevo al mundo del silencio donde sólo vale el respeto y la admiración por tanta belleza junta. Un silencio tan profundo, que hace que el tiempo se detenga haciendo realidad los sueños del montañero.
Mapa del recorrido
Mapa de relieve
Mapa del recorrido
Mapa de relieve
